lunes, 14 de diciembre de 2009

Reseña de El Rey Criollo

Rey Criollo, medianamente, soy yo.”

Viviana L. Rubio Gómez.

v Parménides García Saldaña.

El Rey Criollo.

Plantea Mexicana, México, 1997. 177pp.

P

arménides García Saldaña nació el 9 de febrero de 1944 y murió en la ciudad de México el 19 de septiembre de 1982. Fue escritor de la denominada literatura de la Onda (y el primero en aceptarlo) entre los años sesenta y setenta. Parménides creaba sus propias leyes y buscaba imponerlas. Gustaba de excesos: rock, drogas, alcohol, sexo, contracultura; todo plasmado en su literatura.

Su obra es poca, pero con ella basta para identificar los aspectos que marcaron la diferencia, una nueva generación de escritores mexicanos: Pasto verde (novela, 1968), El rey criollo (cuantos, 1970), en la ruta de La Onda (ensayo, 1974), melodía (poesía, 1975) y póstumamente EL callejón del blues (cuantos, 1992). A la segunda obra (en realidad la primera de su pluma), el autor la calificó como “su primer orgasmo en la literatura”.

José Agustín, autor de La Tumba, amigo y creador del epílogo de El rey criollo, califica el libro (en especial en cuento del mismo nombre) como “una radiografía de los jóvenes de clase media en los años cincuenta, que se ve la inconsciencia blindada de la pubertad al desbordamiento de la furia primordial de las pandillas juveniles”.

El libro se conforma por once relatos que llevan una correlación, siguen una línea ascendente de vida en cuanto a la edad de los protagonistas (hombres en la mayoría de los casos), así mismo va creciendo el interés por la intensidad y complejidad de cada cuento. Las historias son simples, sin elementos rebuscados, contados de forma lineal por un narrador en tercera persona (excepto dos que son narrador-personaje) totalmente omnisciente puesto que sabe todo y da sus puntos de vista.

Los diálogos dan credibilidad a los personajes por su lenguaje meramente coloquial. Existe uno que otro flash back, como recuerdos; otros flash forward, como deseos. los temas no son deslumbrantes, sino son más bien comunes, pero para Parménides más que lograr una historia trascendente buscaba crear una atmosfera que envuelva al lector y lo transporte a vivir la historia, cosa bien lograda en cada uno de los cuentos, puesto que la sucesión de cuentos permite plantear un tema central: fijación de imágenes de cada situación y personajes, todo se encentra enmarcado gracias a los fragmentos de canciones de The Rolling Stones, traducidas por el mismo Saldaña, así como dedicatorias al final, eliminando la ficcionalización.

Parménides retrata en cada cuento la clase media-alta de México de los años sesenta, jóvenes que solo buscaban divertirse, llenos de excesos de rock, sexo, rebeldía y alcohol. Criticando así, con ironía amarga las conductas inconscientes y prejuicios de la generación d los sesentas.

Cada personaje con su acontecimiento, lleva a la punta del iceberg que es El rey criollo, mostrando a una figura rocanrolera como estandarte de la juventud y libertad, “Parménides sabia que El rey criollo, ahí nomas, no fue Elvis, sino el mismo porque él era Elvis y varios más”.

Hay quienes aseguran prodigiosos a los que viven la vida así, “pero García Saldaña se concretó a escribir: El Rey criollo, medianamente, soy yo’”.

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